A
ti, que ruges por el dolor,
como
un animal herido.
Que
te retuerces de agonía,
en
tus negras soledades.
Te
enfrentas cada día,
a
una lucha sin descanso,
la
cual, no provocaste,
a
la cual, no te invitaron.
Un
batallón de gusanos,
avanza
sin pausa, ni tregua.
Es,
sediento de tu sangre,
y se la bebe, sorbo a sorbo.
Avanza
ganando batallas,
a
tus ya, quemadas entrañas.
viola,
el templo de tu cuerpo,
sin
descanso, y sin piedad.
Es
posible que conquiste,
el
santuario de tu corazón.
Pero
nunca de los jamases,
le
ganara la guerra a tu alma.
Porque
ella es, hermosa luz,
radiante,
blanca inmaculada.
Es pura energía, indestructible.
Es eterna, y vivirá para siempre.
Carmen.M.G
Imagen encontrada en internet.