Fueron largos paseos sobre hojas secas.
Miradas, más profundas de lo visible.
Besos apasionados, que quitan el sentido.
Caricias soñadas, que nunca llegan al fin.
Un romance idílico, como ya no existen.
Efímero, tal una puesta de sol invernal.
Furtivo, lleno de pasiones inescrutables.
Caduco, mucho antes de todo empezar.
Por testigos, unos seres sordos mudos,
ciegos inertes, sin vida, en unos jardines.
Unos gatos pasivos aprovechando el sol.
En sus memorias, un recuerdo inolvidable.
Carmen.M.G