Este aire tan frío,
que me da en la cara,
penetra hasta mis huesos.
Me congela el alma,
privándome de lo que más anhelo.
De ti,
Mi bello sendero.
Me falto tanto descubrir de ti.
Quién sabe,
cuando se calme el viento,
pueda seguirte de nuevo,
y perderme, entre tus encantos.
Carmen.M.G
Esos senderos tan hermosos, únicos que la vida nos pone en frente, esos que tanto nos gustan, en verdad son un simple reflejo de los que siempre tuvimos dentro de nuestro corazón... andar es ir hasta nosotros mismos. Muy hermoso poema. Felicidades.
ResponderEliminarPues si por el sendero me encuentro a mi misma. Disfruto mucho de todo lo bello que ofrece. Incluso de las serpientes. Parece que salen a saludar y como vienen se van. Jeje! Gracias Dani. Un abrazo.
EliminarCaminante,,¡no hay camino¡ ¡se hace camino al nadar¡
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