Al alba, buscando el frescor marino,
tras una calurosa noche de insomnio,
paseando en solitario por la bahía,
divise, a no muy lejana distancia,
bajo la luz tenue del nuevo amanecer,
dos hermosos cuerpos entrelazados,
desnudos, sobre la fina arena dorada,
Y, Sin casi darme cuenta, me detuve,
escondiéndome tras la barca anclada.
Eran dos genuinos anónimos amándose,
ajenos total a mi mirada indiscreta.
Espectáculo al que no estaba invitado,
en un pase privado, intimo para ellos.
Representación furtiva e improvisada,
Su pasión tan efusiva, sin contención.
Sus besos, sus caricias y sus jadeos,
demasiadas lujurias para mis sentidos.
Febril, incapaz de omitir tal visión,
poseído con cada uno de sus gemidos.
Con el deseo irrefrenable al abandono,
conduciéndome hasta el máximo clímax
Convirtiéndome: en “Voyeur” por azar!
Carmen.M.G
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