Hoy,
ya no temblare al oír tus llaves en la cerradura.
Por
ver tu ojos inyectados de sangre, interrogándome.
Por
sentir en mi cara tu aliento embriagado, gritándome.
Ni
por tu mano cerrada, golpeando mi cuerpo sin mesura.
Hoy,
ya no doblegare mi cuerpo frágil, ante tu cobardía.
Por
cargar mi alma con la culpa, en tu juicio perverso.
Por
hacer que sea sin querer, parte sumisa de este verso.
Ni
por recibir los insultos, vejando mi persona cada día.
Hoy,
cuando llegues a casa, encontraras todo revuelto
los
cajones vacíos, la colada sucia y la cama por hacer.
Te
veras solo con tu ira y, la nevera sin nada que beber.
Porque
hoy, desperté de esa pesadilla con todo resuelto.
Ayer,
te decías mi príncipe, prometiéndome un castillo.
Hoy,
ya no soy aquella princesa, escape de su mazmorra,
Por
primera vez, me niego a vivir sumisa a tanta camorra.
Porque
hoy, salgo de este infierno rompiendo el pestillo.
Hoy
por fin llego el día de mi liberación...
Carmen.M.G