Oh! Dolor
Angustioso, fuerte y
perverso.
Amargo, agónico, lento y
continuo.
Tu querer es infinito,
incomparable y
desmesurado.
Lo supe nada más
conocerte,
aunque al principio del
encuentro:
tus visitas eran
pausadas, escasas,
Pero con el tiempo
fueron en aumento,
puntuales, fieles e
intensas.
Tu compañía, siempre
presente,
privándome de gozo y libertad.
un intruso, invasor en
mi intimidad.
Soy, presa y victima de
tu lealtad,
apartándome de la
humanidad.
Tu siempre vas conmigo,
abrazado con fervor a mi
cintura,
vaya donde vaya, sin
descanso,
clavando tus garras
afiladas
penetrantes hasta mi
médula.
Tu agarre es firme y
potente,
nunca se suelta o se
rompe,
aplastándome hasta las
entrañas,
amenguando mi persona
día tras día,
achicando mi sangre
Tu calor abrasador,
inconfundible,
demasiado pesado y asfixiante,
su lengua caliente
acaricia suave
mi dorsal ya quemado.
Su fuego, lo consume.
Solo te pediré un flaco
favor,
desaprieta tan solo un
poco el corsé
que me seña y oprime el
talle.
Así, aunque sea por un
momento,
recobrare el aliento y
por fin respirare
Muy buen poema para un malísimo dolor. Si de algo sirve... lo siento Menchu. Y ánimo con él y contra él. Un abrazo.
ResponderEliminarClaro que sirve Dani.
ResponderEliminarTodos los animos son bienvenidos.
Gracias de corazon.
Un abrazo.
Muchas gracias, Carmen, por tus gentiles palabras que adornan mi blog. Ese sentimiento lírico tuyo tiene una gran belleza, aunque en este caso el arabesco del dolor desfile por tus versos.
ResponderEliminarSaludos.
Luis.
Gracias a ti Luis. Es un honor y gran placer leerte en mi blog. La beleza de tus palabras son el espejo de tu corazon. Hace tiempo que te sigo. Primero leeia en "Rodando con mi camara" Creo que se llamaba y tambien otro. Pero ahora me dice que no existe. Te perdi la pista durante meses. Me alegro muchisimo reencontrarte. Un abrazo.
Eliminar