Dices que:
mis palabras
son puñales
que se clavan
en tu piel.
Pero soy yo,
la que sangra.
Que tienes herido,
el corazón,
por ellas, por mi.
y sin embargo,
soy yo, la que,
por ti, mi amor,
agonizo y muero.
Carmen.M.G
No mueras, no sufras, nadie merece ni tanto dolor ni tanta sangre... sólo una persona lo merece, a los demás que les den. Jajajaja. Muy bello el poema.
ResponderEliminar"sólo una persona lo merece" (?) Quien? No, nadie se merece tanta sangre, ni yo la muerte jejeje! Un fuerte abrazo Dani.
ResponderEliminarAgonizar o morir por las palabras es sobrevivir en los silencios y el amor es perezoso e incrédulo hasta que explota en sus impulsos. Morir se muere siempre sin saber cuando y por qué sera. No lo digas.
ResponderEliminarBeso
Gracias Alberto por comentar en los dos sitios.
EliminarEs muy doloroso cuando se toma conciencia de haber herido a la persona amada con la palabra, sentir su pena también es la nuestra, por multiplicado.
Un Beso.
Puñales que aveces se vuelven del reves...
ResponderEliminarHay palabras puñales que tienen efecto boomerang!
ResponderEliminarGracias Acrano.
Un saludo.