Si, llegue, “Al lugar de los besos”.
Ese, entre las ramas y hojas secas.
Allí, donde el silencio se rompió,
por el canto de los pájaros y por,
el latir de nuestros corazones.
Oleadas de calor por las venas.
Allí, donde, se inicio el incendio.
extinguido por un mar de miedos.
Si, estuve allí, “Al lugar de los besos”.
Me paré, solo un momento para ver,
y, recordé, con cierta nostalgia,
la dulce miel de tus labios tiernos,
bálsamo, para los míos agrietados.
Fue, la fuente de vida en mi sequía,
de agua dulce, ya evaporada, que,
ahora cae salada por mis mejillas.
Si, regresé “Al lugar de los besos”.
Mis pies, sin yo pretender, me llevaron.
Hoy, lo veo más grande, pero vacío.
No se oyen ya, a los pájaros cantar,
ni a ningún latido superviviente.
Solo, un silencio sepulcral desolador.
Allí, entre las ramas y hojas secas,
enterré mi alma muerta de tu ausencia.
Carmen.M.G