Que sensación tan hermosa,
descubrir
en pleno otoño,
que tu
alma no está sola.
Que existe
otra, trasparente,
que se
funde con la tuya, es,
tu otro
yo, tu alma gemela.
Sentir,
como se llena el vacío.
Como todo,
toma otro color.
Que lo no ya
esperado, existe.
Ya no hay
soledad, ni silencio.
Las nubes oscuras
se disipan.
Es como, por
magia de hadas.
Ya no temo
a los inviernos.
Sé, que
cuento con su calor.
Su cariño,
un manto protector.
Solo son, días
primaverales
cuando el
sol de su sonrisa
acaricia
suave, "la margarita".
Sí, que
dulce es la sensación.
Carmen.M.G
Bonita mañana de la primavera...
ResponderEliminarSiempre es primavera cuando dos almas se encuentran, se entienden y se complementan.
ResponderEliminarGracias Acrano por tu visita y comentario.
Hasta pronto.