Bienvenido seas a mi portal, pero
por favor,
no te quedes ahí afuera.
Da un paso más y entra.
Comentaremos y compartiremos la vida.
Da un paso más y entra.
Comentaremos y compartiremos la vida.
Estás en tu casa.
POEMA DEL REGRESO
Vengo del fondo oscuro de una noche
implacable
y contemplo los astros con un gesto
de asombro.
Al llegar a tu puerta me confieso
culpable
y una paloma blanca se me posa en el
hombro.
Mi corazón humilde se detiene en tu
puerta
con la mano extendida como un viejo
mendigo;
y tu perro me ladra de alegría en la
huerta,
porque, a pesar de todo, sigue
siendo mi amigo.
Al fin creció el rosal aquel que no
crecía
y ahora ofrece sus rosas tras la
verja de hierro:
Yo también he cambiado mucho desde
aquel día,
pues no tienen estrellas las noches
del destierro.
Quizás tu alma está abierta tras la
puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se
abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme
nada,
y sabrás que no he vuelto... ¡porque
estaba contigo!
Poemas de Angél Buesa.
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